En este post vamos a ver cómo acabar la fanea que empezamos limpiando una silla para eliminar el olor a orín. Era una silla de oficina, y la pobrecita apestaba de tal manera que estuvo en un tris de irse directa a la basura. Un caso extremo: había sido meada y requetemeada, limpiada y requetelimpiada con simples trapos mojados. Finalmente, por suerte, el drenaje de agua en la bañera y la limpieza en general fueron un éxito, y el pestazo desapareció en su mayor parte.
En este post vamos a ver cómo acabar la fanea que empezamos limpiando una silla para eliminar el olor a orín. Era una silla de oficina, y la pobrecita apestaba de tal manera que estuvo en un tris de irse directa a la basura. Un caso extremo: había sido meada y requetemeada, limpiada y requetelimpiada con simples trapos mojados. Finalmente, por suerte, el drenaje de agua en la bañera y la limpieza en general fueron un éxito, y el pestazo desapareció en su mayor parte.