Barato, aseado y, sobre todo, muy útil. Si tu gato no tiene rascador, no puedes negarle éste. Puesto en un lugar tranquilo, el gato podrá jugar, estirarse, rascar, comer y beber a placer, y sin necesidad de destrozar sofás y demás mobilliario. La gatita de la fotografía, Sushi, tiene la suerte de usarlo y lo recomienda a cualquier gato con hambre de rascador ... y de manduca. Porque, además de dos buenos rascadores verticales, este invento tiene un espacio para resguardar un comedero y bebedero. Si quieres saber cómo realizarlo, en Gatos en casa te explicamos cómo hacer uno similar de forma muy fácil.
Barato, aseado y, sobre todo, muy útil. Si tu gato no tiene rascador, no puedes negarle éste. Puesto en un lugar tranquilo, el gato podrá jugar, estirarse, rascar, comer y beber a placer, y sin necesidad de destrozar sofás y demás mobilliario. La gatita de la fotografía, Sushi, tiene la suerte de usarlo y lo recomienda a cualquier gato con hambre de rascador ... y de manduca. Porque, además de dos buenos rascadores verticales, este invento tiene un espacio para resguardar un comedero y bebedero. Si quieres saber cómo realizarlo, en Gatos en casa te explicamos cómo hacer uno similar de forma muy fácil.