Otra vez nos colamos en esta bella casa canadiense, tan requeteamiga de los gatos. En esta ocasión, el tandem es perfecto: solecito y una cama para dormitar junto a una ventana. ¿Si, además, te digo que la cama es un bonito banco con ruedas y que al otro lado hay un jardín?
Otra vez nos colamos en esta bella casa canadiense, tan requeteamiga de los gatos. En esta ocasión, el tandem es perfecto: solecito y una cama para dormitar junto a una ventana. ¿Si, además, te digo que la cama es un bonito banco con ruedas y que al otro lado hay un jardín?