Estamos en Campo del sur, en Cádiz. Allí, las aguas del Atlántico rompiendo contra las rocas del paseo marítimo que circunda la ciudad son un espectáculo difícil de olvidar. Los días de temporal, su fiereza no perdona, sobre todo a los pobres peludines que intentan sobrevivir en este inhóspito lugar, las más de las veces sin éxito. Por suerte, estos refugios ayudan.
Estamos en Campo del sur, en Cádiz. Allí, las aguas del Atlántico rompiendo contra las rocas del paseo marítimo que circunda la ciudad son un espectáculo difícil de olvidar. Los días de temporal, su fiereza no perdona, sobre todo a los pobres peludines que intentan sobrevivir en este inhóspito lugar, las más de las veces sin éxito. Por suerte, estos refugios ayudan.