A ojos de cualquier gato, una estantería vacía o medio vacía es una invitación a subir, a pasar, a recorrerla en plan pasarela. Y, precisamente, no es esto lo que deseamos que ocurra las más de las veces... Por lo tanto, hay que actuar para evitar que los elementos decorativos acaben descolocados o, lo que es peor, en el suelo y hechos mil pedazos.
A ojos de cualquier gato, una estantería vacía o medio vacía es una invitación a subir, a pasar, a recorrerla en plan pasarela. Y, precisamente, no es esto lo que deseamos que ocurra las más de las veces... Por lo tanto, hay que actuar para evitar que los elementos decorativos acaben descolocados o, lo que es peor, en el suelo y hechos mil pedazos.