¡Gatito tan lindo! Cuidado con acariciar barriguitas 😾 🤣

¡Qué lindo gatito! Es una tentación acariciar a un gatito panza arriba, su barriguita esponjosa y su tranquilidad no son una invitación a las caricias... ¡Cuidado con tocar la barriga a un gato, te contamos las claves para no caer en la trampa de las barriguitas! ; )

No es una tentación irresistible acariciar la pancita de un gato? ¿Pero, es una buena idea? Imaginamos unas caricias dulces cuando un gato nos enseña su barriguita mientras duerme o descansa porque nos demuestra que se siente muy confiado. Un mismo gato puede cambiar de opinión, según la situación.

Es impredecible y muy fácil encontrarse uñas y garras. Antes de lanzarte, sé precavido, salvo que el gato sea un “bendito” o que tengas una relación muy especial y esté acostumbrado.

¿Por qué el gato protege su barriguita? El vientre es una zona muy vulnerable, por ello suelen dormir escondiéndola. Mostrarla es una señal de confianza. El contacto o el mero intento despiertan su instinto de protección. ¿Cómo saber si acariciar su barriga?

Empieza por la barbilla, la cabeza, entre las orejas o por el lomo. Si al acercarte a la barriga el gato se pone en guardia, vuelve atrás ; ) Una mirada rápida, un rasguño, un mordisco o un cambio de postura son una clara advertencia.

¡Fíjate en el lenguaje corporal! ¡El lenguaje corporal es la mejor guía! En este caso queda poco margen a la interpretación. “No es no” :) Ahora ya conoces la “trampa” de las barriguitas... Si vas con cuidado no caerás en ella y, con suerte, disfrutarás de unas increíbles caricias gatunas.

Escrito con ❤️

=^.^= Textos registrados.

DISCLAIMER: Información orientativa, no veterinaria. Este blog NO asesora, da opiniones personales basadas en la experiencia y difunde información general que puede contener errores a pesar de que nos documentamos a conciencia. SIEMPRE acude al veterinario, no somos un consultorio ツ