¿Y quién dijo que a los gatos no les gusta el agua? Bañarlos no siempre ha de ser una batalla campal, hay excepciones que nos hacen sonreir, y son un auténtico regalo para sus dueños. En el primero de los vídeos de este post, un gatito blanco negro pasea por la bañera, da vueltas y vueltas, medio nadando, medio apoyando las patitas en el fondo, muy gracioso. Toda sesión de ejercicio físico para mantenerse sano y lleno de vida.
¿Y quién dijo que a los gatos no les gusta el agua? Bañarlos no siempre ha de ser una batalla campal, hay excepciones que nos hacen sonreir, y son un auténtico regalo para sus dueños. En el primero de los vídeos de este post, un gatito blanco negro pasea por la bañera, da vueltas y vueltas, medio nadando, medio apoyando las patitas en el fondo, muy gracioso. Toda sesión de ejercicio físico para mantenerse sano y lleno de vida.